
Osteopatia bioenergética

Cualquier emoción que vivamos se almacena en todas nuestras células. Así pues, todos los órganos se nutren de nuestras emociones y se contraen o se expanden en la misma sintonía. Con la OBEC (osteopatía bioenergética celular), invitamos a las células del cuerpo a que recuerden y vuelvan a vibrar y a sentir su movimiento auténtico y original, a volver a vibrar en salud, presencia, expansión y vida.
Las emociones y el pericardio
En un suceso de alta carga emocional (incluso shock emocional) que induce, según el tipo de circunstancias, miedo o ansiedad, el pericardio se contrae -se retracta- con el objetivo de proteger al corazón.

Este proceso se manifiesta en nuestro lenguaje habitual con expresiones del tipo "tengo roto el corazón", "tengo el corazón en un puño", "arrancar el corazón a alguien", "atravesar el corazón", "tengo una espinita clavada en el corazón" o "se me ha encogido el corazón", entre muchas otras.
Como el pericardio, la membrana que rodea el corazón, se encuentra conectado a distintas partes del cuerpo (diafragma, membranas pleurales, tráquea, esófago, base del cráneo, glándula tiroides y la columna espinal) en el momento en el que éste se contrae, es posible que lleguen efectos secundarios a todas estas estructuras del cuerpo, así como enfermedades en todos los sistemas.
La Osteopatía Bioenergética Celular, consiste en manejar los distintos flujos energéticos "defectuosos" (retenciones de vida), llevándolos a un equilibrio y normalidad, permitiendo recuperar la salud física y emocional. Se trata de escuchar mediante las manos "la historia de vida impresa en el cuerpo" y acompañar a la persona en el camino de encontrar los recursos necesarios para restablecer su salud.
A través del movimiento sutil de las fascias, se busca el lugar donde se detiene el libre fluir del movimiento de vida y de energía vital. Una vez abordada la lesión principal, se libera y regula el Pericardio que involucra trabajar el timo, la tiroides, el ganglio estrellado y el cráneo. El resultado de este tratamiento es una profunda relajación y armonización de todo el organismo, potenciando su propio poder de auto-curación.
El trabajo del osteópata bioenergético es sentirle el pulso a la vida, el pulso de cada célula, el ritmo particular de cada órgano; el movimiento de las fascias que envuelven, sostienen e interconectan todos los órganos y sistemas de nuestro cuerpo. Es el Sentir... para liberar el fluir de la vida allí donde se ha estancado con el propósito de devolver la armonía a todos los tejidos del cuerpo.